La depredación de ríos y bosques, incendios forestales, contaminación de aguas, aire y tierra, inundaciones, una cantidad exagerada de vehículos emitiendo dióxido de carbono, cientos de empresas que contaminan el ambiente y toneladas de desechos plásticos arrojados a las cañadas, entre otros problemas, conforman la realidad del país hoy que celebra nuevamente el Día Internacional de la Madre Tierra.
Y posiblemente las preguntas que se deben hacer son: ¿Cuál es la preocupación del Gobierno, los partidos políticos, los empresarios y la sociedad civil en el tema sobre el calentamiento global?, y ¿Cuáles son sus agendas para enfrentar, la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otros problemas medioambientales?
Hasta ahora no existe una política de Estado para que desde las escuelas y medios de comunicación exista una campaña permanente en busca de crear conciencia de que el calentamiento global será la catástrofe del futuro si no se hacen las correcciones para evitar este mal.
Imagínese que algunas cosas tan cotidianas como las que hace el hombre común de la capital a diario como lo son: tirar basura en las calles (plásticos, desechos químicos), desperdicio de agua y pintar al aire libre afectan enormemente la capa de ozono, siendo su destrucción uno de los factores del efecto invernadero.
Es hora de que todos los protagonistas de esta nación, y cada una de las personas que habitan esta tierra sepan que el Día Internacional de la Madre Tierra fue establecido para crear conciencia de la responsabilidad que tienen o deben tener los seres humanos para vivir en armonía con el medio ambiente o no habrá planeta para un futuro.
Antecedentes
En el año 2009 la Asamblea de las Naciones Unidas (ONU), creó mediante Resolución 63/278 el Día Internacional de la Madre Tierra, y designó el 22 de abril como fecha para su celebración.
Este día tuvo su origen en 1969, en una Conferencia de la Unesco en San Francisco, cuando el activista por la paz, John McConnell, propuso un día para honrar la Tierra y el concepto de paz.
Fue el 21 de marzo de 1970, que se celebró por primera vez esta actividad, siendo el primer día de la primavera en el hemisferio norte. McConnell y el secretario general de las Naciones Unidas sancionaron posteriormente este día de equilibrio de la naturaleza con una proclama escrita y firmada.
No pasaría un mes cuando el senador de Estados Unidos Gaylord Nelson dio la idea de realizar una enseñanza ambiental y promover la armonía con la naturaleza a nivel nacional el 22 de abril de 1970, rebautizaron entonces la actividad como el Día de la Madre Tierra.
Agenda
El Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030) persigue prevenir, detener e invertir la degradación de nuestro hábitat, en todos los continentes y océanos, a fin de alcanzar los grandes objetivos de la Agenda 2030, que son: poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo.