
Gran obra de caridad realiza Rafael Devers a un hombre a quien pagó en secreto el alquiler de un apartamento sin saber quién era pero cuando descubrió de quién se trataba, compró todo el edificio para dárselo a la familia del hombre.
La estrella de los Boston Red Sox, Rafael Devers, está en las noticias por todas las razones correctas. En una historia que ha impactado a los fanáticos e inspirado a millones, Devers pagó discretamente la renta de un hombre con dificultades durante un año entero. Pero lo que sucedió cuando Devers descubrió quién era realmente el hombre sorprendió a todos: compró todo el edificio y se lo dio a su familia.
Este no es solo un acto de generosidad al azar; es un momento transformador, arraigado en la humildad, la compasión y un profundo sentido de gratitud.
Un acto de bondad silencioso
Comenzó discretamente, sin cámaras, prensa ni publicaciones en redes sociales. Devers, conocido por su humildad y sensatez a pesar de su creciente fama en las Grandes Ligas de Béisbol, había oído a través de un contacto mutuo sobre un hombre que estaba pasando por momentos difíciles.
Enfrentando dificultades económicas y al borde de perder su hogar, el hombre vivía con su familia en un pequeño apartamento y luchaba por llegar a fin de mes.
Sin revelar su identidad, Devers intervino para cubrir el alquiler de la familia durante un año entero. ¿Su única petición? Que se mantuviera en el anonimato.
Pero las cosas dieron un giro inesperado cuando Devers supo más sobre la familia, y especialmente quién era realmente el hombre.
Un humilde héroe tras las dificultades
Como Devers descubrió, el hombre al que había estado ayudando no era un inquilino cualquiera en apuros. Era un veterano retirado y exentrenador de béisbol juvenil en República Dominicana, su país natal, quien, años atrás, había sido mentor de cientos de niños, incluido el propio Devers durante un taller de verano
infantil.
Sin saber que este hombre con dificultades había contribuido en su momento a forjar su propio amor por el juego, Devers quedó atónito por la conexión. "Le dio tanto a niños como yo cuando no tenía nada que ganar", dijo Devers, según se informa. ¿Y ahora es él el que necesita ayuda? Eso no me sentó bien.
El Regalo Definitivo: Un Hogar Para Siempre
Una vez que Devers confirmó la identidad del hombre, tomó una decisión que iría mucho más allá del dinero del alquiler. Sin avisarle a la familia con antelación, Devers compró todo el edificio de apartamentos donde vivían el hombre y sus familiares y luego les entregó la escritura.
Donó el edificio no solo como un lugar para vivir, sino como un legado: una forma de que la familia viviera sin preocupaciones económicas y una oportunidad para ayudar a otros necesitados, tal como él había sido ayudado de niño.
"Cuando creces con poco, recuerdas a cada persona que te muestra bondad", le dijo Devers a un amigo cercano. "Ahora me toca a mí".